«Motivación, responsabilidad y aprendizaje» son las palabras con las que pongo el broche final al proyecto de mobile learning que hemos llevado a cabo este curso.
Me ha encantado ver caras de sorpresa y actitudes de investigación en los alumnos descubriendo nuevas posibilidades para aprender, probando apps, resolviendo por sí mismos. Me ha encantado que se sintieran importantes y responsables actuando como profesionales, preocupándose por aportar algo a sus compañeros y tomando la iniciativa.
Todos los años me resultan insuficientes las dos horas de Educación Física a la semana y con este proyecto, aún más. Este cambio requiere una adaptación por parte de todo el centro que, a mi parecer, no se completa en un solo curso. Hay procesos de «incomodidad» al tratarse de un proyecto piloto en el centro y procesos de «novelería» en los alumnos/as hasta que se acostumbran a utilizar el móvil de manera responsable.
En esta primera fase no sólo hemos aprendido a utilizar el móvil para otras cosas que no son Whatsapp, Twitter, Tuenti e Instagram. Hemos aprendido a comprometernos con unas condiciones de uso del móvil, a acatar las consecuencias de haber «metido la pata», a cuidar de nuestro dispositivo y a gestionar bien nuestra conexión a Internet.
Hemos dado un primer paso descubriendo «la nube» y cómo podemos acceder a ella desde el portátil y desde el móvil, cómo podemos compartir documentos con los demás, cómo la edición de fotos y vídeos nos puede ayudar a mejorar, cómo el granito de arena del trabajo de cada uno aporta sentido al aprendizaje colectivo, cómo captar la evolución de nuestro grupo si aprendemos a mirar desde fuera, cómo cuidar a nuestros compañeros compartiendo lo mejor que sabemos hacer y tomando la iniciativa sin que nadie nos fuerce a hacer nada, de manera libre, con las ideas que se nos ocurran para que nuestros compañeros de clase disfruten al máximo de lo que estamos aprendiendo…
El hecho de que cada alumno/a eligiese una profesión deportiva distinta y utilizara unas apps diferentes (con libertad para explorar muchas más) ha enriquecido el proceso. El aprendizaje «invisible», ese que se da en los pasillos, en los comentarios del recreo, asomándose al móvil del compañero para que te explique una app nueva que ha utilizado para diseñar ejercicios de calentamiento, un vídeo que quiere colgar en el blog para animar a los compis a los que les cuesta más trabajo aprender, una nueva canción para poner en clase, una imagen para explicar las reglas del deporte que estamos aprendiendo, un truco para evaluar con fotos y vídeos a los jugadores del equipo, una imagen para recordar nuestro aprendizaje en Educación Física… no se puede medir. Me basta con tener la sensación de que ellos se sienten más capaces, que dan rienda suelta a nuevas ideas, que se atreven a probar y que quieren seguir aprendiendo en su tiempo libre.
He disfrutado mucho viendo correr a los médicos a por hielo para atender a un compañero, consultar su app para saber qué hacer cuando alguien se torcía el tobillo… y a los fotógrafos atentos a lo que ocurría en clase para captar el momento y facilitar el trabajo de los periodistas en el blog. Ha sido genial optimizar el tiempo útil de práctica gracias a nuestros utilleros, que preparaban el material mientras el preparador físico dirigía el calentamiento específico que se había preparado (y que consultaba en su móvil por si se olvidaba de algún ejercicio). La autonomía que han alcanzado gracias a sentirse responsables de su profesión e importantes en su grupo es el aspecto que más resalto de este proyecto; un proyecto que versa sobre las relaciones humanas, las redes de personas que se ayudan y aportan a los demás lo que mejor saben hacer, un intento por demostrar que todos no somos iguales ni aprendemos de la misma forma. Las cualidades de cada alumno se han visto resaltadas sin tantas comparaciones, puesto que no todos hacían lo mismo, ni utilizaban las mismas apps. Las sorpresas estaban a la orden del día, ya que cada «profesional» nos ofrecía un servicio diferente y ese ambiente o escenario de aprendizaje nos ha estimulado a cada uno de manera diferente, descubriendo en los demás otros profesores, abriendo las posibilidades a aprender con otros «colegas de profesión» de diferentes grupos y cursos. Los que me conocen saben que me apasionan las redes de aprendices. Durante este curso me he atrevido a diseñar un primer intento de evaluación en red o de «redvaluación» en el que he tenido en cuenta la autoevaluación, la coevaluación entre iguales y la heteroevaluación (entre alumnos/as con diferentes funciones). La entrevista personal para analizar todas estas evaluaciones (que han realizado en inglés y en la que han mejorado muchísimo a lo largo del curso) y la rueda de prensa nos han servido como instrumentos para reflexionar sobre las aportaciones de los demás al grupo y empatizar. (Amplío información en otra entrada sobre el modelo de educación deportiva).
Ha sido maravilloso darnos cuenta de que los móviles nos pueden ayudar a desarrollar nuestras ideas, y que lo importante son LAS PERSONAS que las hacen realidad.
Para mejorar nuestro proyecto se me ocurren mil ideas, de esas que generan impaciencia y que también iluminan la cara de una profesora que seguirá disfrutando de aprender DE y CON sus alumnos cada curso. Algunas de las propuestas para mejorar y ampliar este proyecto serían:
– Los alumnos del proyecto piloto enseñarían a los nuevos alumnos del proyecto en talleres de «mobile learning» (también a profesores)
– El proyecto se haría extensivo a más profesores y asignaturas para trabajar en la progresión de la competencia digital
– La conexión WiFi del centro debería estar abierta a los dispositivos móviles
– Las madres y padres disfrutarían aprendiendo de sus hijos con algunas apps útiles para su salud y mantenimiento físico
– Se posibilitaría más tiempo y espacio para el intercambio de aprendizaje intergrupo e intercurso
– El personal técnico en actividad física del patronato municipal y centros deportivos del entorno podría enseñar más usos de los móviles en el deporte y la actividad física
– Implementar instrumentos de evaluación más específicos para la demostración de evidencias de aprendizaje por parte de un alumnado con aprendizajes heterogéneos
– Ampliar las responsabilidad de manera transversal en el resto de asignaturas
– Mostrar las experiencias positivas de uso de dispositivos móviles a la comunidad educativa
Para terminar este resumen no puedo sino dar las GRACIAS a los protagonistas de esta experiencia, mis alumnos/as del IES El Sur, profesionales «noveles» en la actividad física y el deporte, a los compañeros/as que han hecho posible esta aventura piloto y a las personas que lo han apoyado desde dentro y desde fuera.
Quedan grabadas miles de escenas de personitas jugando a ser una sociedad que aporta en la construcción de los aprendizajes de los demás, que utiliza las tecnologías para ponerlas al servicio de sus ideas y que se hace competente probando, equivocándose y disfrutando de sus progresos y los de los otros.
Dejo un vídeo breve como resumen del proyecto #SportJobs en Educación Física, dentro del grupo de trabajo «#SurPLEsa, con los móviles también se aprende».
Rafa Luque
Awesome!!!!
Fernando
Enhorabuena por el proyecto! Increíble que con las dos horas en semana y con los obstáculos de iniciar algo así lo hayáis materializado! Me parece increíble! Lo dicho, enhorabuena y a seguir haciendo magia en la enseñanza! Falta nos hace!
cordytic
Una idea genial, un proyecto sorprendente…y tan cerca. Enhorabuena desde Huelva.
Lucía Ramírez
Hola, Gloria, estudio Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y, desde la asignatura de TIC hemos tenido que buscar una aplicación de éstas a la asignatura de Educación Física.
Lo primero enhorabuena por el Proyecto, es magnífico! Confío en que la asignatura de Educación Física de un cambio pronto…
Quería preguntarte cuáles fueron las dificultades más significativas de llevar a cabo este proyecto.
Muchas gracias, un saludo y enhorabuena!
gloriaherrero
Hola Lucía! Muchas gracias…
Como dificultades iniciales nos encontramos con la conexión a internet inalámbrica (insuficiente y/o inaccesible para los dispositivos móviles) y con la impaciencia de esperar a completar la aprobación por parte del centro y los padres.
Una vez superada esa fase, destacan mucho más las ventajas 😉
Un saludo!